Por José Cruz Delgado
Cuando el Partido del Trabajo era oposición en el municipio de Tarímbaro, criticaba a la administración priista por la inseguridad, pero llegó al poder Erick Gaona y las cosas se le complicaron, hoy, es un municipio de los tantos donde manda el crimen organizado, una demarcación dónde cabalga la muerte, no hay ley ni orden y el alcalde ha sido rebasado por la inseguridad y al igual que el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla rehuyen hablar del tema, y si los cuestionan se molestan.
Uno de los más críticos fue el diputado petista Baltazar Gaona, mejor conocido como “Baltita” pero hoy guarda total hermetismo porque el alcalde es su hermano, lo que demuestra que no le importa la suerte que corran las y los ciudadanos, sino mantener el poder cueste lo que cueste convirtiéndose en los caciques de la región en contubernio con el Partido del Trabajo.
Hay comunidades, según me cuentan dónde los habitantes están a merced de los delincuentes, pues les tienen que pedir permiso hasta para hacer una reunión familiar y se les prohíbe el libre tránsito a altas horas de la noche.
Sin embargo, el alcalde Erick Gaona calla y dice que todo va bien en seguridad, cuando la realidad es distinta.
Por cierto, la inseguridad ya alcanzó a los fraccionamientos privados donde presuntamente abunda la seguridad, como en el fraccionamiento Rinconada de los Sauces dónde se presumía era uno de los más seguros pero al parecer abundan las ratas de cuatro patas según comentan los residentes, pero eso no le importa al petista que se dedica más a hacer grilla y inaugurar “obras” superfluas mientras la inseguridad cabalga a todo lo que da. Dicho municipio se ha convertido en un cementerio donde a cada rato le dejan muertos al “alcaldecito”